sábado, 31 de mayo de 2014

Mitos y verdades sobre el socialismo santafesino

1. Galassi apretó a legisladores para que no se aprobara la comisión investigadora sobre la MAC del narco y el “hackeo” socialista.
2. La MAC fue hackeada sin orden judicial, se vició una prueba importantísima que ya no sirve y uno de los que hackearon, que no tenía idea alguna de peritaje informático, fue ascendido de categoría.
3. Bonfatti huyó cuando víctimas de la inseguridad le fueron a pedir una reunión y dejó a sus guardaespaldas agarrándose a piñas con los convocados, después los recibió Lamberto.
4. El Ministro de Seguridad Lamberto está gagá.
5. El Ministro de Seguridad  Lamberto no está gagá y sabe perfectamente lo que hace... lamentablemente.
6. Para el socialismo todo reclamo, venga desde donde venga, está “poltizado”
7. Los socialistas se olvidan que son gobierno y que hacen política.
8. El Secretario de Tecnologías Javier Echaniz es el encargado del envío de mails difamatorios sobre opositores.
9. Si se suman la cantidad de horas extras hechas por “amigos” del socialismo se iguala lo que tardaría el colectivo 16 en dar tres vueltas al mundo.
10. La Secretaría de Tecnologías para la Gestión espía a sus empleados.
11. La Secretaría de Tecnologías para la Gestión hace correr el rumor de que espía a sus empleados para generar el miedo de “te mando a laburar a gato colorado si nos enteramos de que hablás mal de nosotros”
12. Los funcionarios aprietan personal de planta para que certifiquen sistemas que salieron una bocha de plata y que no funcionan.
13. Los funcionarios de la Secretaría de Tecnologías amenazan con tercerizar sistemas y drenar de recursos a las sectoriales para hacer más efectivos sus aprietes.
14. La Secretaría de Tecnologías es el mejor lugar para hacer negocios privados.
15. La Secretaría de Tecnologías es macartismo con servidores.

lunes, 26 de mayo de 2014

El Método "Socialista"

Desde el comienzo de la gestión “socialista” que estamos frente a una metodología de operar puertas adentro. Una manera perversa que comenzó en la gestión Binner y que se agudizó en la gestión Bonfatti. Esa metodología es la clásica “divide y vencerás”. Vencer para el “socialismo” es terminar de meter su gente en la estructura administrativa para lograr gobernabilidad(o hacer sin que nadie les niegue nada) con la idea de quedarse ad infinitum(o ad nauseam). Vencer también es terminar con aquellos indeseables que no hagan lo que ellos ordenan y no por intransigencia, sino porque lo que muchas veces quiere hacer el socialismo va contra toda ley, reglamento, decreto o lo que sea, transformándose así uno en cómplice de sus haceres.

La metodología de dividir "socialista" tiene estos puntos entre muchos otros:
- Dar beneficios salariales o profesionales a unos y negárselos a otros
- Drenar recursos de unos y darles recursos a otros.
- Generar expedientes, en consenso con gremios adeptos, donde se promueve la carrera de gente idónea pero también se incluye buchones, chupamedias y serviles de la gestión.
- Justamente en lo gremial: acordar con uno, no acordar con otro, generar conflicto entre gremios, generar crisis de representatividad gremial(culpa también de los gremios que lo permiten por roscas inservibles para el laburante)
- Hacerles creer a los ingresantes que deben estar agradecidos al socialismo poniéndolos en contra de quienes pregonan la lucha contra sus atropellos
-  Enviar a reuniones de delegados del gremio a personas que respondan directamente a los intereses del Gobierno, camuflados de compañeros.
- Ejercer un macartismo, señalando a los indeseables para dar la idea de que quien se acerca a esos se “incendia”
- Hacer un festival de horas extras y darle un poquito a los del entorno para que cierren el pico, mientras a otros que las ganaron por derecha, se les dilata su pago.(¡Ay si sale a la luz las chanchadas que hicieron con la plata del contribuyente con horas extras de hasta domingo a la tarde rascándose las bolas/ovarios!).

Hay otras aristas del método socialista como: politizar todo reclamo(llegaron a decir que el reclamo de las víctimas de la inseguridad era político), meter funcionarios que prometen resolver todo y sólo son dilatantes, meter miedo diciendo “te estamos espiando”, decir sí a todo y por detrás negarlos. Más adelante y si no nos cae la SIDE Socialista, hablaremos sobre estos otros temas.

Cabe mencionar que todo lo enumarado sucedió y sucede, en mayor o menor medida, con todos los gobiernos provinciales y nacionales, pero eso no quiere decir que uno deba dejarlo pasar. También debemos mencionar que esto sucede porque dejamos que suceda, pero nunca es tarde para reaccionar y tomar la sartén por el mango.

Saludos.

viernes, 21 de marzo de 2014

Los acomodados(Hoy los soldados de Echaniz)

Es jodido hablar de compañeros de trabajo. Es jodido porque duele... porque uno cree que quienes son sus pares van a responder, con más o con menos énfasis, a los reclamos, a la lucha, de quienes los acompañan en la tarea diaria. Pero no es así, no hay que ser ingenuo; como en todos lados, en la Informática Provincial hay buena gente, mala gente, gente común, luchadores de siempre, combativos, timoratos, cagones, traidores y acomodados. De estos últimos quiero hablar.

Los acomodados son aquellos que cual camaleón(no los forros, el animal) van cambiando de color político de acuerdo a que gestión gobierna la provincia. A pie juntillas obedecen aunque eso suponga cagar a sus compañeros. Obedecen aunque en esa obediencia estén quizás cometiendo un crimen informático, como hackear la ultrabook de un narcotraficante sin orden judicial... Pero no obedecen por convicción, obedecen por un categoría, obedecen para después ver en sus recibos de sueldo cifras cuantiosas. Obedecen y tejen relaciones y ganan influencia y así, durante años, se perpetuan, como eternos garcas, como quistes o tumores dentro de un cuerpo de informáticos que busca desde hace años la unión.

La pregunta que nos hacemos es qué hacer con esta gente. Porque uno sabe quiénes son. Los ve a diario cagándote. Los ve nombrados en decretos donde les otorgan categorías con justificaciones(el considerando) que son una vergüenza. Los ve cada tanto... corrijo... no los ve nunca en las manifestaciones. No apoyan ninguna lucha, pero después resultan ser los primeros beneficiados. En el post anterior arrancamos con un extracto de un tema de León Gieco, y acá también se aplica: si un traidor puede más que unos cuantos, que esos cuantos no lo olviden fácilmente. Porque la verdad es que no hay mucho más para hacer... ¿Listas negras? ¿Escraches? No, eso sería usar las mismas herramientas que ellos(la gestión Echaniz, el "socialismo")... Lo único que debemos hacer es no olvidar. Hay que recordar por siempre todos y cada uno de los nombres de esos acomodados, y no por rencor, sino que por una cuestión estratégica, táctica. Porque ellos debilitan la lucha, porque ellos son los que van a hacer el trabajo que haya que hacer mientras los demás estamos de paro, porque ellos van a clavarte el puñal mientras vos combatís por todos incluyéndolos a ellos, porque ellos se van a quedar mirando, seguros, escondidos, desde las oficinas de la STG mientras el resto da la cara, pone el cuero. Porque ellos son soldados de Echaniz, o, mejor dicho, son los mercenarios de Echaniz. Dispuestos a cagar a quien haya que cagar, pero nosotros, los "cuantos", les podemos hacer sentir el rigor del repudio popular, el desprecio, el asco... y por el otro lado, mostrar todo nuestro apoyo y admiración a aquellos que, como pueden, luchan día a día para que las cosas mejoren en la Informática Provincial, para bien de quienes en ella trabajamos y para los ciudadanos a los que le damos nuestro servicio. 

Así, creemos, los acomodados, los soldados de la gestión de turno, los mercenarios, van a ser cada día menos. Y si no es así, no importa, la lucha es y será inclaudicable y los dispuestos a darla siempre vamos a ser más y vamos a dormir con la conciencia limpia.

Saludos.

miércoles, 22 de enero de 2014

El empleado modelo de la gestión Echaniz: Virgilio Benedetto

 
Sólo le pido a Dios
que el engaño no me sea indiferente;
si un traidor puede más que unos cuantos,
que esos cuantos no lo olviden fácilmente.
León Gieco
  
Virgilio Benedetto viene de un lejano pueblo del sur de la provincia (a 322 Km. de la capital), con el nombre de una santa; pero él está muy lejos de ser un santo. Dicen que su pequeño estudio de abogado enseguida le quedó chico (como la ropa) y que buscó de mil maneras establecer cualquier tipo de relación, en su acelerada carrera. “Lo mío es la fama y el dinero”, se dijo cuando, cantando cumbia en un Karaoke del pueblo, sintió el calor de la gente y juntó las monedas que le tiraron; “me meto en política”, decidió y no paró hasta alcanzar la ciudad capital (ojo que va por más). Concejal (miembro de la Comisión comunal) de su pueblo, electo por la minoría peronista (sí: pe-ro-nis-ta) en 2005 y de nuevo en 2007*; en ambos períodos, transcurrido un tiempo, fue “declarado cesante por inasistencia a las reuniones ordinarias de la Comisión comunal”:

http://www.comunasantaisabel.com.ar/gobierno2005-2007.htm

http://www.comunasantaisabel.com.ar/gobierno2007-2009.htm

Lo extraño es que en ese lapso estuvo, en paralelo, ocupando cargos en la administración pública provincial. Particularmente, a fines de 2007 se sumó al staff de la Secretaría de Tecnologías para la Gestión, primero como una especie de asesor, luego ingresando al Sistema Provincial de Informática, subrogando un alto cargo donde se requiere una especialización informática (que no tiene) y luego, por regalo, titularizado. Una afrenta sin precedentes para los profesionales del SPI.

La cintura que mamá no le dio a su cuerpo, la mostró en sus movimientos de reptil, de partido en partido (o estando en dos –opuestos- al mismo tiempo), cambiando de cargo a cargo (o acumulando cargos), adulando a políticos y funcionarios, en el intento de jugar en las ligas mayores. Siempre se sintió un ganador, a pesar de la cara.

Tránsfuga** entre los tránsfugas, habiendo sido elegido miembro de la Comisión comunal, por el peronismo (Frente para la Victoria), el 2 de setiembre de 2007; y suscripto una solicitada en apoyo a la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner el 10 de octubre del mismo año (las elecciones presidenciales eran el 28 de octubre); sin embargo, al mismo tiempo se lo podía ver por la ciudad de Santa Fe (donde tenía un cargo en el Ministerio de Salud, en paralelo al de la Comisión comunal de su pueblo) revoloteando a dos futuros secretarios del Gabinete del electo gobernador Binner, por el socialismo (Frente Progresista Cívico y Social): Javier Echaniz y El piojo Pfeiffer (tránsfuga mayor: pasó, en un abracadabra, del riñón reutemanista -después de ser descubierto en una oscura maniobra, nunca aclarada- a incondicional socialista).

¿Cómo Benedetto llegó a esos padrinos? Se presume que arrastrándose, en un continuo “vamos viendo” y en las sombras, merced a frecuentar reuniones y congresos (de distintos partidos), de sonreír en asados (de diversos colores), de soportar agobiantes jornadas de pesca (de variados funcionarios), tragando sapos y otras actividades sociales relacionadas a la succión de calcetines; hasta que vio el filón: dejarse apadrinar por los dos Secretarios “ganadores” (que, seguramente, algunos favores pensaban sacar de este joven letrado en ascenso libre).

Los jefes de sectorial de informática y de departamento de la STG, aún recuerdan una reunión con J. Echaniz y V. Benedetto, días antes de la fecha de asunción (10 de diciembre de 2007), en la que Echaniz mintió que había leído la propuesta de nuevo escalafón del SPI, que era lo que él pesaba y que lo iba a aplicar; nunca hizo más que trabajar para él y su entorno. Pero los jefes se acuerdan más de la cara de preocupado y solidario que puso Benedetto, cuando le plantearon cuestiones de la jubilación del SPI, y no olvidan las palabras del abogado comprometiéndose a “ocuparse del tema”. De más está decir que nunca hizo más que trabajar (poco) para él, primero; luego para los enjuagues de sus padrinos y socios; y siempre en contra del resto del SPI.

Los jefes de departamento de la STG tienen memoria de una reunión donde estuvo Benedetto, como recién llegado asesor legal (o algo por el estilo) a la STG. El leguleyo, mirando la lista del personal, descubrió que había un par de abogados en el SPI, y preguntó sorprendido:

-¿Cómo hay abogados en el SPI?

Los mismos jefes le explicaron que ambos eran idóneos en informática: que habían hecho cursos específicos, prácticas y exámenes, antes de ocupar sus cargos. Testigos aseguran que vieron luego a Benedetto mirando el techo y con cara de pensar: “¿Cómo?, abogados en el SPI…”.

Al poco tiempo apareció este, antes asombrado, abogado y concejal electo de su pueblo -en funciones- como personal del Sistema Provincial de Informática:“¿Abogados en el SPI?, ¡cómo no!”, dicen que susurró, entonces.


De la carrera de Benedetto en la administración pública, pudimos encontrar lo siguiente:
  • Ingresa como contratado para para desempeñar tareas de “supervisión, asesoramiento, seguimiento de gestión para el control económico, financiero y de gestión de los Hospitales y Servicios para la Atención Médica de la Comunidad” (Decreto 2684 de 2003).
  • Pasa a planta permanente en categoría 3 en el Ministerio de Salud (Decreto 3585 de 2005), mientras es Concejal electo 2005/2007.
  • Se lo designa como “Representante del Estado en el Consejo de Administración del Hospital Provincial de Rosario, con una remuneración equivalente a la totalidad de los haberes de la categoría 8…” (Decreto 2755 de 2006).
  • Renuncia al año (Decreto 2136 de setiembre de 2007).
  • Enseguida, se lo transfiere a la Dirección de Planeamiento Urbano del Ministerio Coordinador (Decreto 2982 del 3 de diciembre de 2007), acompañando al ya nombrado José Velásquez, pronto a ocupar una Subsecretaría en la STG, mientras es Concejal electo 2007/2009.
  • Desde que asume la gestión Echaniz en la STG (10 de diciembre de 2007) se instala allí, junto a su padrino.
  • Retomando la mágica “carrera informática” del ave negra, recordemos que, al año, pasa a ser personal del SPI en la categoría 3 (Decreto 629 de 2008), subiendo, por la misma norma, a la categoría 7: Jefe de Departamento de Auditoría Informática, por subrogancia. Luego le llega el nombramiento como titular del cargo.

Desde el primer momento, tanto el personal SPI como el sindicato, cuestionaron de diversas maneras a la conducción de la STG esta traición nunca antes vista, junto con el ascenso “calcado” de la contadora Roxana Bonafede (en el mismo decreto), al cargo de Jefe de Departamento Administrativo-contable. Cuando los cuestionamientos se hicieron más fuertes, Echaniz sacó un as de la manga (escrito seguramente por el propio Benedetto): una Resolución donde le asigna al Departamento del abogado (el de Auditoría Informática), unas funciones mentirosamente “informáticas”, de control de cuestiones ambiguas, en relación a la firma digital; como para cubrirlo, y cubrirse.

Vale una aclaración: Benedetto y Bonafede siempre estuvieron en el entorno de José Velázquez, otro funcionario “todo-terreno”, que pasó por Reutemann, Obeid, Binner y sigue con Bonfatti.

Famoso se hizo enseguida, Benedetto, en el Ministerio: cada proyecto de norma legal que enviaba, desde la STG, era improcedente, estaba incompleto y plagado de errores. “No parece abogado, por lo bruto”, comentaban los empleados de Despacho. Tantas veces tuvieron que devolverle los escritos que, finalmente, se dejaron ganar por cansancio. Pero el abogado no es tan bruto, de alguna forma escribió las normas que, por lo bajo, favorecieron a sus padrinos, socios y amigos.
Con la fama ganada, Benedetto fue entonces por más dinero: lo hizo en las elecciones. Conociendo solo de agachadas partidistas, trampas de comité y robos de boletas; sus padrinos lo afectaron a “tareas informáticas” del escrutinio. Durante varios meses previos al comicio, su tarjeta de fichaje se abría temprano a la mañana y se cerraba tarde a la noche (mientras al abogado “experto” no se lo veía ni cerca de la STG ni de la Secretaría electoral). Después de terminados los procesos electorales, cobraba miles de pesos de las horas extras (Decreto 1806 de 2010, entre otros) que el padrino Piojo repartía entre sus allegados, cortesanos y secretarias; mientras que a los trabajadores del SPI les controlaban una a una -y mezquinaban- las horas transpiradas en serio.

 

Ni olvido ni perdón 
 
“La culpa no es del chancho (Benedetto), sino de quién le da de comer (Echaniz y otros)”, dirán algunos. Puede ser, pero también podemos decir (a partir de los pocos documentos de acceso público y testimonios aquí publicados) que Virgilio Benedetto se merece sobradamente que el personal SPI lo tilde de: arrastrado, paracaidista, trepador, tránsfuga y traidor. Empleado en el Ministerio de Salud en Santa Fe, miembro de un consejo hospitalario en Rosario, concejal en Santa Isabel, empleado de Planeamiento urbano, asesor legal y jefe de un área informática, nunca abandonó su profesión de abogado:

http://www.ellitoral.com/index.php/diarios/2013/09/20/sucesos/SUCE-01.html

Podrán imaginar los lectores que lo que se ve es la punta de un iceberg de corrupción y Benedetto es tan solo un botón (botonazo) de muestra. 

Además (los días que aparece), su presencia de rata de escritorio en la STG (solo, en su pequeña pero confortable oficina, contestando expedientes), le recuerda al personal SPI que está usurpando un cargo que a algunos jefes de departamento y varios jefes de sectorial (que trabajan, son idóneos, tienen responsabilidades y funciones informáticas, y personal a cargo) se lo niegan.

Los trabajadores del SPI expresan que nunca recibieron tales y tantas afrentas a su carrera y a su dignidad profesional como con Javier Echaniz. Virgilio Benedetto, el “empleado modelo” de la gestión, no es siquiera un pez gordo (aunque lo parezca), pero es una muestra de la actitud que tiene la conducción de la STG con el personal. Por eso los empleados del SPI no olvidan ni perdonan: juzgan y castigarán a los culpables.


**tránsfuga. (Del lat. transfŭga).
1. com. Persona que pasa de una ideología o colectividad a otra.
2. com. Persona que con un cargo público no abandona este al separarse del partido que lo presentó como candidato.
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sábado, 11 de enero de 2014

Algo huele mal en Socialandia



Por Magoya y Sigfrido

¡Shakespeare, es una lástima que no hayas visitado Santa Fe!

¡Hay tantos olores rancios inspiradores para tu tragedia aquí!

Y yo, un pobre mortal carente del poder iluminador de tu ilustre pluma. Eso me ahoga… porque habiendo tanto rancio olor inspirador local, no me alcanza para consagrar a algunos en el altar merecido de los incapaces.

Para muchos el orgullo es un valor. Para mí, si lo fuera, sería de dudosa veneración. Y porque parto de esa duda, no logro generar en mi mente un acto que haga sentir orgullosa a la persona que lo ejecuta, y a su vez, ser en sí mismo un acto virtuoso. Y como estoy teorizando, hago un esfuerzo más, y supongo que tal persona es un representante del gobierno, por lo tanto todos sus representados debiéramos sentirnos orgullosos de tenerlo como gobernante si viéramos al orgullo como un valor.

¡Despierten, el sueño terminó!

¿Por qué no se practica el virtuosismo?

¿Por qué no nos colocamos frente al espejo y decimos "nadie practica mi profesión, mejor que yo"?

¿Por qué alguien debe decirme como debo hacer mi trabajo?

¿Por qué debo yo decirle a alguien como debe hacer su trabajo?

¿Por qué un poder del estado avasalla a otro poder del estado, y éste se deja avasallar?

¿Por qué, ya que de valores se trata, no se practican la verdad y la honestidad?

¿Cuál es el problema? ¿El dinero? ¿El poder?

Si es así… ¿Qué carajo me enseñaron en los claustros? ¿De qué planeta eran mis viejos?

El problema no es el dinero, sino la codicia y la avaricia.

El problema tampoco es el poder, sino el EXCESO DE PODER.

Con estos tres ingredientes ya podríamos cocinar un gobierno bien rancio, que huela realmente mal. Muy mal. Lo que no sería prudente es que agregáramos como condimentos de esta receta, la negligencia, la incapacidad y la soberbia.

Ahora sí ya contamos con la receta infalible que describe al modelo de comportamiento de los políticos que nos gobiernan.

Ahora me explico… ¡Qué extraordinaria semejanza! Entonces somos todos masivamente iguales pero individualmente desiguales. Lo que diferencia a los buenos de los malos solo son sus actos. Si tenemos en cuenta nuestros actos individuales, a veces tan mediocres y mal intencionados, los que tenemos son los representantes que nos merecemos.

He tomado un fragmento del texto "Palabras de Poder" de Jacinto Faya Viesca acerca de la vanidad, el orgullo y la soberbia:

Debemos entender su diferencia para evitar caer en sus redes.

El poeta norteamericano Eliot escribió: "Era él como un gallo que creía que el sol había salido para oírlo cantar". Y el evangelista San Mateo escribió: "Hacen todos sus obras con el deseo de que los demás los vean".

La vanidad es un orgullo infundado, es la ostentación que hacemos; consiste en los rasgos de una persona que tiene afán excesivo y predominante de ser admirada. A la vanidad se la ha comparado con lo frívolo, lo ligero y lo no fundado en valores morales. La persona vanidosa es la más proclive a ser adulada, de ahí el dicho popular: "Si halagas su vanidad, conseguirás de él lo que quieras".

El orgullo es diferente a la vanidad. El orgullo es un exceso de estimación propia, que a veces es disimulable por nacer de causas nobles. Creo que la soberbia jamás es lo mismo que el orgullo, aun y cuando muchos piensan que sí lo es. Más bien, el núcleo de la soberbia consiste en un anhelo exagerado de ser preferido a otras personas. En el orgullo se da un exceso de estimación de nuestra persona, pero siempre existen fundamentos para sentirnos orgullosos de nosotros. En cambio, en la soberbia, se da un exceso de estimación de nuestra persona, pero siempre con menosprecio de los demás.

El orgulloso se enfoca en su persona, mientras que el soberbio se centra en sí mismo y al mismo tiempo desprecia a los otros.